Tal y como venimos informando desde hace varios meses, ASAJA-Sevilla, junto al Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir y la empresa sevillana Aquamática, estamos desarrollando el proyecto Control Inteligente de Termografía (C.I.T.), en el marco de la convocatoria de ayudas al funcionamiento de grupos de operativos de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícola del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020.
El grupo operativo ya está inmerso en el diseño experimental, que comenzó el pasado mes de enero con la instalación de los sistemas de fertirrigación en el campo. Estos trabajos se llevarán a cabo durante la estación de riego de 2019, hasta el mes de noviembre aproximadamente, en la finca Sanabria y en otras tres fincas adicionales, donde se contrastará la información provista por el método CIT, basado en registros termográficos del cultivo, con el de otros indicadores de estrés hídrico de reconocida fiabilidad.
La finca Sanabria es propiedad de Internacional Olivarera S.A., con la que el IRNAS tiene un acuerdo de colaboración. La finca se halla a unos 27 km al este de Sevilla, en el término municipal de Utrera (37° 15’ N, −5° 48’ W). En ella hay una parcela de unas 8 hectáreas de olivar en seto de alta densidad (1667 árboles ‘Arbequina’ por hectárea; marco de plantación: 4.5 m x 1. 5 m). La parcela data de 2007, por lo que se trata de olivos adultos en plena producción.
Es por ello, que trabajamos en dicha parcela, con distintos tratamientos de riego, en un sistema de bloques al azar con cuatro tratamientos y cuatro réplicas pro tratamiento. Cada réplica consiste en una parcela elemental de 12 m x 16 m, con 8 árboles centrales en los que realizar las medidas, rodeados por árboles borde.
En busca de la optimización del riego
El objetivo del proyecto CIT es desarrollar un sistema de medición termográfico inteligente, único en el mercado, que ofrezca en tiempo real el estado hídrico de los cultivos. Ante la limitación de los recursos hídricos, con este proyecto se pretende optimizar el riego en cultivos permanentes como cítricos, olivar y almendro, y además, garantizar la productividad de los cultivos y reducir la contaminación de aguas subterráneas por nitratos y agroquímicos, minimizando a su vez la erosión del suelo.
El sistema CIT permitirá al agricultor mantener al cultivo dentro de los niveles de estrés adecuados en periodos específicos, como la floración y el crecimiento del fruto, y facilitará la adaptación a los retos futuros de la agricultura, como el cambio climático, al incidir en una gestión más eficiente del agua disponible.
Con el sistema CIT el agricultor no necesitará de un técnico cualificado que traduzca los datos agronómicos recabados, ya que los mensajes son muy claros, pues lo que le llegará a un dispositivo móvil o tablet es una recomendación con la duración del riego preciso para su cultivo. Esta sencillez del lenguaje permitirá que esta tecnología pueda usarse también en pequeñas explotaciones agrícolas, gestionadas por núcleos familiares, en las que la cuenta de resultados normalmente no da para contratar a personal externo.
El grupo operativo comenzó su andadura en junio de 2018 y está previsto que finalice en el verano de 2020. En este periodo, tanto los técnicos de la comunidad de regantes como el personal investigador del IRNAS-CSIC visitarán las parcelas demostrativas, algunas pertenecientes a la Red Natura 2000, realizando análisis, control y seguimiento de los datos obtenidos, con el fin de extraer conclusiones y generar una herramienta para la agricultura que permita gestionar el riego y controlar las cosechas de manera más eficiente.