La campaña de inspección que ha iniciado la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía, dirigida a comprobar el cumplimiento de la normativa que afecta a los establecimientos de restauración en la Comunidad Autónoma, pondrá la lupa en el uso de los envases de aceite de oliva en la hostelería.
El control normativo que se ejecuta en esta campaña, que se desarrollará en todas las provincias andaluzas hasta el próximo mes de diciembre e inspeccionará al menos 900 establecimientos, afectará al aceite de oliva y orujo de oliva, en relación con las aceiteras. Como la Dirección de Consumo recuerda, los bares y restaurantes no pueden servir el aceite en aceiteras rellenables, ya que la normativa obliga a que el producto se sirva en envases etiquetados y con un sistema de cierre que impida su reutilización.
Desde ASAJA-Sevilla agradecemos a la Junta de Andalucía esta campaña de inspección, ya que de nada sirve que el sector cuente desde hace una década con una ley (RD 895/2013) que obligue al uso de envases irrellenables, si luego no se vela por su cumplimiento.
Es por ello que el pasado mes de enero, coincidiendo con la puesta en marcha de la campaña de información "¿Peeerdona?", la Interprofesional del Aceite de Oliva Español inició una ronda de reuniones con el Gobierno y las Comunidades Autónomas para exigir un mayor control y garantizar que se vigila el cumplimiento de la normativa.
Y este esfuerzo de la Interprofesional está dando sus frutos. La decisión de la Junta de Andalucía ha llegado tras el encuentro mantenido en Jaén entre el presidente de la Interprofesional, Pedro Barato, y el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco.
Durante la reunión, Barato trasladó el malestar del sector por el grado de incumplimiento de la normativa, recordando que "la Junta de Andalucía, junto con las demás comunidades autónomas, tienen que velar por el cumplimiento de una ley que ya tiene diez años". Un compromiso que asumió el consejero y que se ha materializado con la puesta en marcha de esta campaña de inspección.
Como venimos defendiendo desde ASAJA-Sevilla, el cumplimiento de la normativa no sólo beneficia a los productores sino también al consumidor. Los envases irrellenables correctamente etiquetados permiten confirmar que estamos consumiendo aceite virgen extra, así como conocer qué variedad es, saber dónde se ha producido, quién lo ha envasado, su fecha de consumo preferente o quién se hace responsable en caso de un problema alimentario. Cumplir con la normativa, por tanto, no es un trámite burocrático sino una garantía de calidad y autenticidad.