La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) informa en su página web de la situación del cultivo de los cítricos en Andalucía durante el mes de marzo. Según la RAIF, en cuanto a la meteorología registrada en la zona predominante de cítricos de Andalucía durante el pasado mes destaca la escasa variación de temperaturas respecto al mes de febrero. Ello se ha debido a dos factores. Por un lado, a que febrero fue un mes extemporáneamente cálido, y por otro lado, a una primera mitad del mes de marzo cálido para la época que compensó las temperaturas frescas durante la segunda mitad. Hablamos de temperaturas máximas que alcanzaron picos en torno a los 28ºC en la primera quincena y valles en torno a los 14ºC en la segunda quincena.

La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) informa en su página web de cuál es la situación actual del cultivo de los cítricos en Andalucía. Como indica la RAIF, la meteorología registrada durante el mes de enero en provincias predominantemente citrícolas refleja un descenso significativo de las temperaturas medias respecto al mes de diciembre. Este descenso, que en realidad ha sido hasta valores similares a la media histórica, se ha debido a que las temperaturas medias de diciembre 2019 fueron cálidas para la época. Así, las temperaturas máximas de enero han registrado valores en torno a los 15’4º y las mínimas en torno a los 4’9ºC. En general, las temperaturas medias son algo más suaves en provincias costeras y algo más frescas en provincias de interior. Respecto a las precipitaciones registradas en enero, destaca una primera quincena prácticamente seca y una segunda quincena con importantes precipitaciones, superando el acumulado del mes la media histórica al registrarse en torno a los 80 l/m2.

En los últimos días se están registrando unas temperaturas máximas no habituales en esta época del año, del orden de los 24-27ºC. Como informa la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), estas temperaturas, unido a la humedad en el suelo y en el ambiente, como consecuencia de las últimas precipitaciones, pueden provocar diversos efectos tanto en el propio desarrollo vegetativo o reproductivo de los cultivos, como en la biología de las plagas y enfermedades que los parasitan.

Las frecuentes lluvias acaecidas desde principios de noviembre junto a temperaturas máximas y mínimas suaves, aumentan significativamente el riesgo de infección y desarrollo del aguado en frutos de variedades Medias y Tardías, especialmente en los primeros que se hallan en maduración, tal y como advierte la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF).