Las frecuentes lluvias acaecidas desde principios de noviembre junto a temperaturas máximas y mínimas suaves, aumentan significativamente el riesgo de infección y desarrollo del aguado en frutos de variedades Medias y Tardías, especialmente en los primeros que se hallan en maduración, tal y como advierte la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF).
El aguado es una de las enfermedades que puede llegar a ocasionar graves daños en el cultivo de los cítricos. Está ocasionada por hongos del género Phytophthora que afectan a naranjas dulces y mandarinas.
Su incidencia está ligada a factores meteorológicos. Elevadas y frecuentes precipitaciones junto a temperaturas templadas favorecen su inicio y desarrollo, condiciones que suelen darse en otoño y primavera, aunque también en inviernos suaves.
En dicho ambiente el estado de madurez es un factor a tener en cuenta, siendo los frutos más susceptibles aquellos en envero y maduración, especialmente los situados en las faldas de los árboles, más cercanos al suelo donde los hongos causantes del aguado viven de forma saprofítica.
Por todo ello, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía recuerda que es importante tener en cuenta la previsión meteorológica de cara a tomar medidas preventivas. Si no se hubieran tomado éstas, se recomienda llevarlas a cabo dentro de las 48 horas siguientes al cese de las lluvias.
Como medida profiláctica habrá que evitar que las ramas bajas toquen o se aproximen al suelo a medida que vayan adquiriendo peso ya que, las salpicaduras producidas por la lluvia arrastran hasta los frutos los gérmenes infectivos.