Los productores de tomate industrial de la provincia de Sevilla que confiaron su producción al principal grupo nacional de transformación de tomate, el extremeño Conesa, denuncian «incumplimientos de los plazos de recolección firmados por contrato», pues hay agricultores a los que las cosechadoras y los camiones «le han llegado entre 15 y 20 días más tarde de lo acordado, y hay otros que, a día de hoy, no saben siquiera cuando podrán terminar de recolectar su cosecha».
Como publica Inma Lopera en ABC, se trata de una situación cuyas consecuencias se agravan por día que pasa, ya que «el tomate está ya muy maduro, por lo que la producción se está estropeando en el campo a la espera de que la industria mande las máquinas». El grupo extremeño Conesa posee dos plantas de procesamiento en la provincia de Sevilla, que compró en 2017 al grupo AlgoSur. Se trata de los activos Transformados Agrícolas del Bajo Guadalquivir S.LU (Travir), situada en el poblado de El Trobal, perteneciente al municipio de Los Palacios y Villafranca, y de Algosur-Pinzón S.LU (Alpinsur), ubicada en la pedanía de Pinzón, en Utrera.
No obstante, los problemas están surgiendo con los contratos realizados por Travir, que para la campaña actual ha contratado «2.800 hectáreas de tomate en la provincia de Sevilla, cultivadas en municipios como Los Palacios, Utrera, Lebrija y Aznalcázar», explica Asaja Sevilla.
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