El Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (FIBES) acogió del 19 al 21 de septiembre H2Orizon un salón sobre tecnología y control medioambiental del agua, y sus aplicaciones en ámbitos tales como la agricultura, la industria y el suministro urbano.
En este foro, que tal como indican sus impulsores tiene el objetivo de promover la cooperación entre empresas nacionales e internacionales y presentar los avances tecnológicos que determinarán el futuro del sector del agua, es en el que tuvo lugar la primera presentación pública del Grupo Operativo Control de Termografía Inteligente (CIT), liderado por ASAJA-Sevilla e integrado por el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir y la empresa sevillana Aquamática.
El objetivo del proyecto es desarrollar un sistema de medición termográfico inteligente, único en el mercado, que ofrezca en tiempo real el estado hídrico de los cultivos.
Las ventajas de optimizar el riego
Tal como explicó el coordinador del grupo, Carlos Mesa, en su presentación, ante la limitación de los recursos hídricos, con este proyecto se pretende optimizar el riego en cultivos permanentes como cítricos, olivar y almendro, y además, garantizar la productividad de los cultivos y reducir la contaminación de aguas subterráneas por nitratos y agroquímicos, minimizando a su vez la erosión del suelo.
La provincia de Sevilla, concretamente la Vega del Guadalquivir y algunas zonas de campiña (Osuna y Écija) y de marisma (Aznalcázar), servirá como campo de ensayo.
El sistema CIT permitirá al agricultor mantener al cultivo dentro de los niveles de estrés adecuados en periodos específicos, como la floración y el crecimiento del fruto, y facilitará la adaptación a los retos futuros de la agricultura, como el cambio climático, al incidir en una gestión más eficiente del agua disponible.
Con el sistema CIT el agricultor no necesitará de un técnico cualificado que traduzca los datos agronómicos recabados, ya que los mensajes son muy claros, pues lo que le llegará a un dispositivo móvil o tablet es una recomendación con la duración del riego preciso para su cultivo. Esta sencillez del lenguaje permitirá que esta tecnología pueda usarse también en pequeñas explotaciones agrícolas, gestionadas por núcleos familiares, en las que la cuenta de resultados normalmente no da para contratar a personal externo.
El grupo operativo comenzó su andadura el pasado mes de junio, por lo que el proyecto finalizará en el verano de 2020. En este periodo, tanto los técnicos de la comunidad de regantes como el personal investigador del IRNAS-CSIC visitarán las parcelas demostrativas, algunas pertenecientes a la Red Natura 2000, realizando análisis, control y seguimiento de los datos obtenidos, con el fin de extraer conclusiones y generar una herramienta para la agricultura que permita gestionar el riego y controlar las cosechas de manera más eficiente.