La sequía persistente que afecta a la península ha provocado que el número de cerdos sacrificados alimentados con bellota durante esta montanera 2022/2023 caiga un 12,6 % a menos de un mes del cierre de campaña, periodo en el que ya no se prevén cambios relevantes.
Los datos aportados por la Interprofesional del cerdo ibérico (Asici) muestran un descenso y recogen que hasta el pasado 6 de marzo se habían sacrificado en España conforme a la Norma de Calidad del Ibérico 596.274 cerdos con categoría de bellota, un 12,6 % menos que en la campaña anterior.
De esos, la mayor parte (el 86,7 %) fueron sin Denominación de Origen mientras que el 13,3 % restante sí fueron sellados con la marca diferenciada de algunas de las DO existentes (Dehesa de Extremadura, Jabugo, Pedroches o Guijuelo).
Por categorías, el 62,1 % fueron 100 % ibéricos de bellota (precinto negro), frente al 37,8 % que no alcanzaban esa pureza racial (precinto rojo).
Por comunidades autónomas, en Andalucía se ha producido el 48,1 % de los animales de bellota de esta campaña (286.777 animales), lo que supone un descenso del 11,15 % respecto a la montanera previa.
En Extremadura se engordó el 38,7 % (230.468 cerdos), y eso es un descenso del 9,7 %; en Castilla y León se alimentaron el 7,5 % (44.719 animales y -19,5 %).
Además, en Portugal se alimentaron 26.233 animales (-33,8 %); en Castilla-La Mancha, 8.032 cerdos y un 11,8 % menos y Madrid engordó 45 cerdos de bellota.
Desde ASICI apuntan a la "tremenda sequía" como la principal causante de estos retrocesos productivos porque las encinas tenían "menos carga de bellota".
Además, la bellota ha madurado pronto, por lo que se ha caído antes del árbol y por eso la montanera ha avanzado hasta el punto de estar ya "prácticamente terminada".
Aunque a juicio de ASAJA-Sevilla en este descenso ha pesado también el incremento de los costes, especialmente de los precios, y el bajo precio de venta de los cochinos de montanera, que además supone un fuerte desincentivo para los ganaderos de cara a la próxima campaña.