Las condiciones ambientales que se vienen registrando, con altas temperaturas y baja humedad ambiental está dificultando la actividad de la mosca del olivo (Bactrocera oleae), lo que mantiene unos niveles de población muy bajos y generalizado en todas las provincias, con una baja incidencia sobre los frutos. Como informa la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), destacan los valores registrados las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga, con un valor medio provincial de 2.50, 1.60 y 0.67 % de picada total, respectivamente. Por otra parte, y si lo comparamos con los registros de la pasada campaña en estas mismas fechas, destacaban las provincias de Cádiz, Córdoba y Huelva, en donde los valores medios provinciales eran de 4’90, 3’80 y 2’40% de picada total, respectivamente.
Las elevadas temperaturas que se vienen registrando, acompañadas por la baja humedad ambiental están favoreciendo el poder de atracción de los adultos en las trampas Mac-phail en todas las provincias. Por los valores obtenidos destacan las provincias de Cádiz, Córdoba y Málaga, con un valor medio provincial de 7.80, 4 y 2.70 adultos/mosquero y día, respectivamente. Destaca la comarca de Sierra Morena Guadiato (Córdoba), con un dato medio de 19’10 adultos/mosquero y día, seguida de Setenil de las Bodegas (Cádiz) con un dato medio de 14.
Por otro lado, las capturas obtenidas en las placas cromotrópicas, que nos dan una idea de la actividad sexual de este agente, son más reducidas que en mosqueros. Por los valores registrados destacan las provincias de Granada y Málaga, con un valor medio provincial de 0.90 y 0.60 adultos/placa y día, respectivamente.
La previsión meteorológica para los próximos días de altas temperaturas va a dificultar la biología de este insecto y en consecuencia una baja incidencia sobre el fruto.
Respecto a los controles fitosanitarios, estos han sido puntuales y realizándose en áreas localizadas donde superaba el umbral de tratamiento. En la campaña 2021 por estas fechas, los tratamientos fitosanitarios eran habituales, tanto aéreos como terrestres en las provincias de Cádiz, Córdoba, Sevilla y Jaén, mientras que este año apenas se están realizando.
En definitiva, como señala la RAIF, la situación en la que nos encontramos no es preocupante, pero sí se aconseja continuar con la supervisión del cultivo y la evolución de este insecto, y se recomienda cuantificar las poblaciones de adultos en trampas, así como su incidencia en frutos.