Tras la pésima campaña del año anterior, los cítricos encararon la 2023/24 con más esperanza y mejores precios, aunque el aforo de cosecha fuese similar. Sin embargo, como publica la periodista Natalia Ortiz en ABC, superado el ecuador de la campaña, y confirmada la baja producción, desde el sector se muestran muy preocupados por la paralización de los mercados, impactados, sobre todo, por la entrada de naranja procedente de Egipto.
«A pesar de que teníamos poca naranja, lo cierto es que la primera mitad de la campaña estaba funcionando muy bien en cuanto a los precios, que eran bastante aceptables», detalla en ABC Ricardo Serra, presidente de ASAJA-Sevilla y citricultor.
Sin embargo, en febrero, la industria empezó a comprar «ingentes» cantidades de naranja egipcia, lo que ha tenido dos efectos en Andalucía: por un lado, se ha abarrotado el mercado y prácticamente no se marcan cotizaciones, ya que no hay operaciones comerciales. Y, por el otro, desde el sector remarcan que las naranjas que han llegado llegado recientemente de Egipto «son de una pésima calidad», con algunas partidas afectadas incluso por heladas. Esto provoca que los consumidores se ‘desanimen’ y dejen de comprar naranjas que, además, no están precisamente baratas en los lineales.