Ante los bajos precios del girasol y el maíz y ante la falta de cultivos de proteaginosas, muchos agricultores optaron por sembrar garbanzos en sus explotaciones. Como explica la periodista Inma Lopera en ABC, la cotización en los mercados internacionales era alta para esta legumbre y, ante la expectativa de buenos precios, la superficie de garbanzo en Andalucía ha crecido en esta campaña.
No obstante, estas expectativas se han frustrado y, como denuncia ASAJA-Sevilla en ABC, la industria está pagando un precio al productor que está por debajo de los costes de producción.
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