Dice el refrán que en el campo nunca llueve a gusto de todos pero, en relación a este invierno, es que ni siquiera llueve. Así lo cuenta en ABC la periodista Inma Lopera, quien añade que las precipitaciones de la semana pasada han sido muy bien recibidas por los agricultores aunque sólo han servido para «refrescar los cultivos», pero no para calmar su sed.
Por ello, Asaja Sevilla alerta de que «si no llueve de forma copiosa en los próximos 20 días los cultivos empezarán a sufrir el déficit hídrico, consecuencia de los casi dos meses en los que no ha caído ni una gota en la provincia, por lo que todas las producciones se verán afectadas de una u otra manera», señala el técnico de cultivos herbáceos, José Vázquez. Si la situación meteorológica no cambia, las próximas siembras del girasol pueden verse comprometidas, ya que «el cultivo necesita el agua del subsuelo para su crecimiento, pero si no ha llovido bien, no podrá desarrollarse en plenas condiciones».
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