Esta campaña la superficie de remolacha azucarera sembrada en Andalucía se sitúa en torno a las 7.700 ha. Como publica en su página web la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de la Consejería de Agricultura, el cultivo presenta una fenología adelantada, al igual que la campaña anterior, debido a las suaves temperaturas del otoño y de lo que llevamos de invierno, que han propiciado un desarrollo foliar rápido. Se encuentra en buen estado por lo general.
La nascencia y posterior desarrollo ha sido mejor en las siembras más tempranas, que han presentado una resiembra muy baja. Las más tardías desde finales de noviembre y enero se están desarrollando de forma más lenta, con una resiembra algo superior. El 50% de la superficie alcanza o supera ya el 30% de suelo cubierto. En estos momentos la incidencia de plagas y enfermedades no es destacable.
En las parcelas más adelantadas, tan solo en algunas puntuales, se ha realizado ya el tercer y último pase de herbicida de postemergencia, esto es, el denominado “sellado”. Este tratamiento herbicida consiste en la aplicación (antes de que el cultivo cubra todo el suelo) de un producto muy resistente al lavado que, formando una película sobre el suelo, evite que se produzcan nuevas nascencias tardías de malas hierbas, evitando la aparición en primavera de nuevas especies.No se deben realizar labores (regabinas, etc) posteriores que rompan esta película de herbicida en el suelo, siendo muy útil la aplicación de un riego ligero para incorporarlo.
No usar herbicidas con heladas
Con las bajas temperaturas que se están registrando estos días, y que se esperan, la RAIF recuerda, de forma genérica, que no es recomendable realizar tratamientos herbicidas los días que se vayan a producir heladas. En caso de realizarlos, si el cultivo se encuentra en sus primeros estadíos, y las hojas son todavía tiernas, hay que ser cautos en su aplicación para evitar que se puedan producir daños en la remolacha.
Como medidas preventivas en estos tratamientos se recomienda: Evitar la mezcla de materias activas, o reducir en lo posible el número de materias en una misma aplicación, aplicar a dosis bajas, y preferiblemente aplicarlos por la tarde que por la mañana, en caso de que se vayan a producir heladas durante la noche posterior.