ASAJA-Sevilla participó en la concentración ante las puertas del Ministerio de Agricultura para rechazar la ratificación de un acuerdo desequilibrado en el que el sector agrario es de nuevo moneda de cambio
Desde ASAJA-Sevilla advertimos del daño del impacto negativo que este tratado tendrá en sectores como la ganadería, el arroz, los cítricos, la remolacha y los cereales, básicos para la economía agraria de la provincia de Sevilla
Más de dos mil agricultores y ganaderos andaluces se sumaron ayer a la concentración convocada por ASAJA y COAG ante las puertas del Ministerio de Agricultura, en la que participaron cerca de 5.000 agricultores llegados de todos los puntos de la geografía española para decirle al Gobierno español que no quieren este tratado entre la Unión Europa y Mercosur.
“Stop Mercosur” y “Mercosur y la UE asfixian al campo español” fueron las dos leyendas más repetidas en las pancartas y resumen el sentir del sector agrario de nuestro país ante la última agresión a los profesionales del campo.
Una delegación de agricultores y ganaderos de Sevilla convocados por ASAJA participó en la concentración para rechazar la ratificación de un acuerdo desfasado, problemático y desequilibrado, en el que el sector agrario es de nuevo moneda de cambio y que, de ratificarse, tendrá unas consecuencias tremendamente negativas para todo el sector agropecuario europeo.
Las consecuencias de Mercosur para Sevilla
Como explicó ayer en declaraciones a la prensa el secretario general de ASAJA-Sevilla, Eduardo Martín, sectores como la ganadería, especialmente el vacuno, el arroz, los cítricos, la remolacha y los cereales, básicos para la economía agraria de la provincia de Sevilla, se verán afectados desde el primer minuto, mientras que otros como la aceituna, el resto de sectores ganaderos y las frutas y hortalizas se verán también afectados en un corto periodo de tiempo ante la potencialidad de la agricultura de Mercosur carente de cualquier tipo de control, límite o restricción. “Un tratado como este, que afecta a sectores tan sensibles para nuestra agricultura y ganadería nos pondrá a los pies de los caballos y provocará el cierre de muchas explotaciones”, aseguró Martín.
Sobre la competencia desleal se pronunció también ayer en Madrid la presidenta de ASAJA-Sevilla, María Morales: “Desde ASAJA no estamos en contra de los acuerdos, pero sí rechazamos rotundamente los términos en los que este tratado se está negociando, porque los países de Mercosur no cumplen con la misma normativa fitosanitaria, ni con la normativa de sanidad vegetal ni de bienestar animal, ni con las estrictas normas de seguridad alimentaria que a nosotros en Sevilla y en toda Europa se nos exigen y con tantas normas laborales y de seguridad que nos tienen asfixiados y en números rojos”.
La incoherencia de la CE
Con el apoyo a este tratado la Comisión Europea actúa de forma incoherente. En la legislatura anterior, la CE asfixia con más restricciones y normativas a nuestros productores y ahora, apenas iniciado su segundo mandato, da prioridad a este acuerdo injusto.
El capítulo agrícola del acuerdo está significativamente desequilibrado, porque afecta negativamente a sectores sensibles (carne de vacuno, aves de corral, remolacha, cítricos y arroz) muy vulnerables a las perturbaciones del mercado.
Tiene un impacto comercial negativo que aumenta el daño que ya se le inflige a nuestra agricultura con los acuerdos ya firmados (Marruecos, Egipto, Nueva Zelanda…) y con los que aún están pendientes de firmar (Ucrania, India o Tailandia).
Hay un evidente riesgo de saturación del mercado y de pérdida de ingresos, por la afluencia de productos de bajo coste procedentes de los países del Mercosur, lo que amenaza directamente la viabilidad económica de muchas pequeñas y medianas explotaciones de la UE y pone en entredicho nuestro modelo de producción.
Además, las prácticas agrícolas de los países del Mercosur están relacionadas con una importante deforestación, lo que socava los esfuerzos medioambientales globales.
El tratado, sin embargo, aún no está definitivamente aprobado, deber ser ratificado por el Consejo de ministros de la Unión Europea, por el Parlamento Europeo, y posiblemente también por los Parlamentos nacionales de cada Estado Miembro. Por tanto, ASAJA-Sevilla va a ser especialmente beligerante en los próximos meses, que son cruciales para conseguir que este tratado no se ratifique.
Cualquier avance en la apertura comercial que no aborde adecuadamente las cuestiones de las diferentes normas de producción y la igualdad de condiciones con Mercosur, enviaría un mensaje negativo a todos los agricultores y ganaderos españoles y europeos, socavaría la ya frágil confianza construida tras las tractoradas de principios de año y dejaría en evidencia a una clase política que lleva ya demasiado tiempo utilizando la agricultura como moneda de cambio en sus acuerdos comerciales.