El presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, ha anunciado una movilización nacional agraria que «no será muy diferente a lo que está ocurriendo en todos los países de la UE». El dirigente ha confirmado que el próximo día 1 se reunirá la directiva nacional para tratar este tema, aunque sobre la mesa lo que estará no es tanto qué decisión tomar, sino qué medidas concretas se van adoptar, tal como adelantó el pasado sábado en declaraciones a Agropopular y como ha venido manifestando en diversos medios en las últimas horas.

Tal y como ha afirmado el presidente de ASAJA “habrá movilizaciones y es previsible que en estas protestas esté todo el campo español", puesto que los problemas que afectan al sector, son de tal magnitud, que “están por encima de las siglas o de cualquier otra consideración”.

Sobre los motivos que han provocado la convocatoria de esta gran movilización nacional agraria, se extiende hoy en las páginas agrarias del ABC de Sevilla el secretario general de ASAJA-Sevilla Eduardo Martín.

Por su parte, Pedro Barato ha destacado el problema del agua en España, pero sobre todo «las decisiones que se están tomando en Bruselas, que son una barbaridad, aunque con el beneplácito de los ministros de todos los países».

El presidente de ASAJA asegura que «lo que aquí hace falta es rentabilidad y rentabilidad, se habla mucho de sostenibilidad, pero si no hay rentabilidad no podrá haber esa sostenibilidad, y además hace falta un plan de choque económico para ver el futuro por lo menos a cinco o seis años vista».

De igual forma, en la entrevista Barato ha recordado algunas de las situaciones por las que atraviesa ahora mismo el campo español, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional o los ataques del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico en todo los relacionado con el agua, el lobo y la relación entre agricultura y medioambiente.

Y es que acabado prácticamente ya el mes de enero seguimos sin lluvia, con los costes disparados, con una nueva subida del SMI, con la mayoría de los precios hundidos en origen o en unos niveles que no permiten cubrir los costes, y con las mejoras planteadas -por ASAJA y por la Comunidades Autónomas- en el Plan Estratégico de la PAC aún sin desarrollar.

La reacción en otros países de nuestro entorno europeo para reivindicar un trato digno hacia nuestra actividad recuerda mucho a lo que vivimos en España cuando todo el campo español salió a las carreteras a finales de 2019 y principios de 2020, un movimiento que puso al Gobierno contra las cuerdas y que quedó aparcado por la pandemia del COVID.

La mecha de aquella movilización ha prendido en otros territorios de Europa y empieza a cundir la preocupación entre las autoridades de Bruselas, a las que hasta ahora les había salido muy barato legislar en contra del campo.

Es hora de que tomen nota, rectifiquen y reformen sus estrategias para el campo, que tal y como vaticinó ASAJA-Sevilla dos días antes de su presentación oficial, el 20 de mayo de 2020, suponía un tiro en el pie de la Unión Europea que reduciría nuestra autonomía alimentaria, incrementaría nuestra dependencia de terceros países y encarecería los alimentos a los consumidores.

Por desgracia, como se está viendo, nuestro vaticinio era correcto. Ya entonces, ante la tozudez de la Comisión Europea ASAJA-Sevilla declaró persona “non grata” al impulsor de esta perversa estrategia, el vicepresidente Timmerman. Entonces, nadie nos secundó. Ahora, a la luz de los pésimos resultados para el campo y la alimentación de los europeos la Comisión Europea y los gobiernos nacionales de los 27, incluido el de España, deben afinar el oído, la supervivencia de la agricultura y la ganadería europeas, y la propia soberanía alimentaria del continente están en juego.

Adjuntamos el artículo de ABC de Sevilla de hoy ( El Campo andaluz expectante ante el polvorían en el que se ha convertido la UE) y la nota de prensa por la que en mayo de 2020 ASAJA-Sevilla declaró persona "non grata" a Fran Timmermans