El escaso interés que tienen como especies cinegéticas los zorros y los meloncillos y la nula presión que sobre ellos ejercen otros depredadores, unido a la rigorista normativa de la Consejería de Medio Ambiente, ha provocado la proliferación de estas alimañas que, cada vez con más frecuencia y más virulencia se ceban con las explotaciones ganaderas de la Sierra Norte y con las explotaciones de algunos municipios de la Sierra Sur.
Los zorros y los meloncillos, cada vez más abundantes en nuestras dehesas y nuestros montes, no sólo han diezmado la población de conejos en estos espacios sino que además suponen una amenaza añadida para el ganado, especialmente para corderos, chivos, ocas, patos, gallinas y todas aquellas especies ganaderas susceptibles de recibir el ataque de estos predadores.
Mientras que las quejas de los ganaderos se multiplican al ritmo al que se incrementan las bajas, desde la Administración no se ofrecen respuestas.
Desde ASAJA-Sevilla hemos demandado en múltiples ocasiones una revisión de la normativa para que se autoricen los lazos con tope y para que se faciliten los trámites para la instalación de jaulas-trampa, dos de las medidas que contribuirían a frenar los ataques y a controlar, siquiera parcialmente, las poblaciones de zorros y meloncillos.
La perseverancia de los ataques nos lleva a estar especialmente preocupados con este asunto, por lo que instamos a todos los ganaderos que hayan sufrido bajas en sus explotaciones a que se pongan en contacto con nosotros para poder documentar todos los casos y presentar una denuncia conjunta ante la Consejería de Medio Ambiente con el objetivo de que se articule alguna solución o al menos de que se permite ejercer una mayor presión sobre estas especies que tanto daño causan a la ganadería y a las especies cinegéticas.