Con la recolección del cultivo de algodón en su fase final, realizándose el segundo pase en aquellas parcelas más atrasadas, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) aconseja al agricultor que vaya planificando, antes de que se intensifiquen las lluvias otoñales que dificulten el acceso a las parcelas, el manejo del rastrojo del cultivo.
Por las características propias de este rastrojo, que hace muy difícil su eliminación, se recomienda su desbrozado para eliminar restos vegetales, que pueden dificultar la tarea de siembra posteriormente, y paliar la incidencia de determinadas plagas como el gusano rosado (Pectinophora gossypiella). Con esta operación, lo que efectuamos es la trituración de toda la parte vegetal del cultivo, así como el deterioro incluso de las semillas, lugar donde suelen pasar el invierno las larvas de dicho agente en estado de diapausa, reduciendo así su población invernal.
Con ello conseguimos dos beneficios. Por un lado, una mejor meteorización de los restos vegetales, al ser estos de menores dimensiones y, por otro lado, reduciremos la posible incidencia para la próxima campaña de gusano rosado sobre el cultivo.