La aceituna de mesa se reconoce en el mundo como un producto típicamente español. Y es que lo es. Como informa la periodista Alba Poveda en El Correo de Andalucía, en España se produce el 72 por ciento de la aceituna de mesa de Europa y el 34 por ciento a nivel mundial. Aceituna que en el 50 por ciento sale de olivares afincados en Sevilla, siendo la provincia con mayor producción el 80 por ciento de Andalucía. Unas cifras brillantes que, sin embargo, no son nada rentables, apunta el director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Fernando Miranda.
Variedades como la manzanilla y la gordal se comercializan con facilidad en los mercados más exquisitos pero lo hacen sin ningún tipo de protección ante otros países productores. Por ello, la Jornada de Aceituna de Mesa, que organiza Asaja-Sevilla desde hace 34 años, ha puesto sobre la mesa los retos a los que se enfrenta el sector en esta campaña. Entre ellos, el de conseguir la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para las dos variedades más sevillanas.
Como publica El Correo de Andalucía, obtener una figura de calidad como una IGP, que está vinculada al territorio, permitiría dar a los productores sevillanos un salto de calidad. No tanto en el producto, que ya lo tiene, sino a la hora de posicionarse en el mercado, ya sea nacional o extranjero. Como recuerda el secretario de Agricultura y Alimentación de la Consejería de Agricultura, Rafael Peral, la IGP es un sello que garantizaría la calidad diferenciada de la aceituna de mesa sevillana respecto a otras variedades. De esta forma, la Manzanilla de Sevilla y la Gordal de Sevilla las dos marcas que se han solicitado estarían «protegidas de falsificaciones, fraudes y sustituciones».
Además, le «da seguridad al consumidor», ya que la IGP imprime un nivel de calidad superior al producto, apunta Peral. Pero la figura de calidad «no es la solución a todos los problemas» de los productores de aceituna de mesa. Los altos costes de producción y los bajos precios no se solucionarán de la noche a la mañana. Por ello, Peral insiste en que hay que invertir «tiempo, dinero y esfuerzo», sobre todo en la promoción del producto.
Adjuntamos el artículo completo de El Correo de Andalucía