"No tengo duda de que el progreso en el ámbito de la comunicación es extraordinario y constituye una herramienta que contribuirá a mejorar la calidad de vida de muchas personas, al menos eso espero, pero como todo tiene su lado oscuro, un pequeño grupo bien organizado y perteneciente al mundo digital, es decir, compuesto mayoritariamente por jóvenes, puede crear un estado de opinión que ni coincide con la mayoría, ni está sustentado en hechos reales, pese a ser abrumadoramente sonoro en virtud de la multiplicación de su mensaje en redes sociales, lo que les da una capacidad de influencia que no se corresponde con su peso real en la sociedad y lleva a que desde determinadas instancias pasemos al: «hay que hacerlo porque es lo que quiere la opinión pública»".
Así arranca la tribuna del presidente de ASAJA Sevilla y ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, que publica hoy ABC, donde cita como ejemplo de su argumento el último caso que ha vivido en Bruselas, donde ha coincidido con un grupo de europarlamentarios que le dicen que los agricultores "tenemos que organizarnos para contrarrestar la «movida» que tienen montada los verdes y afines en el Parlamento Europeo donde, un día sí y otro también, proponen toda clase de medidas supuestamente «progres» en contra de casi todo lo que se mueve".
Como explica Serra, el turno le ha tocado ahora al glifosato, probablemente el principio activo del herbicida más utilizado a nivel mundial. "De nada sirve que miles de informes técnicos avalen su inocuidad, ni que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) haya emitido un dictamen favorable, solo basta que en algún recóndito rincón alguien haya sugerido la posibilidad de que sea cancerígeno, no importa en qué condiciones, ni a qué dosis, basta con que alguien desate la fiera para que se inicie la caza y se ponga en marcha la campaña: ¡a por él! Naturalmente los gobiernos, asustados por la presión mediática, empiezan a plantear dudas", añade Serra.
Adjuntamos la tribuna completa.