En 2019, el proyecto innovador Estrategias innovadoras para la detección precoz y el control de Sclerotium rolfsii en patata en Andalucía entra en su segunda y última campaña de trabajo. El retraso generalizado de muchas labores agrícolas propiciado por las abundantes lluvias otoñales ha afectado también a la patata, en plena campaña de siembra en las primeras semanas del año.
El proyecto está ultimando el diseño de los ensayos de su segunda campaña agrícola en la red de fincas colaboradoras situadas en la provincia de Sevilla.
El control de la podredumbre blanca de la patata resulta complicado al tener su origen en un patógeno de suelo. La prohibición del uso de biocidas para fumigación, el alto coste de la solarización para cultivos de cierta extensión y el limitado efecto de la rotación de cultivos debido al elevado rango de huéspedes del patógeno, hacen que el control tenga que abordarse desde una estrategia de manejo integrado.
Hay que recordar que el ciclo biológico del patógeno se caracteriza por formar unas estructuras de resistencia y dispersión denominadas esclerocios, visibles a simple vista, esféricas y con un tamaño que oscila entre 0.4 y 2 mm de diámetro, de color marrón claro. Los esclerocios pueden mantenerse viables durante varios años en zonas con inviernos suaves y son los responsables del inicio de la infección en primavera. El hongo también es capaz de sobrevivir durante el invierno en forma de micelio sobre plantas infestadas o restos de las mismas.
Trabajos iniciados
Entre los trabajos ya iniciados de este grupo, se ha puesto a punto un método de detección del hongo en suelo, que permite una evaluación previa del riesgo de plantación y se está analizando la resistencia de las distintas variedades de patata, así como la eficacia de materias activas fungicidas, tanto de origen químico como biológico.
Con el objetivo de buscar soluciones ante la falta de medidas de control disponibles en las condiciones de cultivo de la patata en Andalucía, ASAJA-Sevilla, ha impulsado la creación y funcionamiento de este grupo operativo del que también forman parte la Universidad de Córdoba, CRESCASA, ANPASOL y ASAJA-Andalucía .
El proyecto pretende además servir de experiencia al conjunto de productores andaluces y reforzar los lazos entre el sector agroalimentario y el sector investigador. La duración de los trabajos se extiende hasta el 30 de septiembre de 2019.