La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) informa en su página web de cuál es la situación actual del cultivo de los cítricos en Andalucía. Como indica la RAIF, respecto a la meteorología registrada en la zona predominante de cítricos de Andalucía durante el mes de junio, hay que diferenciar las tres primeras semanas de la última.
En cuanto a los primeros 20 días, destaca una continuidad de las temperaturas de mayo, máximas en torno a los 27ºC y mínimas en torno a los 14ºC, incluso con registro de 2-4 días con ligeras precipitaciones. Respecto a los últimos 10 días del mes, destaca un aumento importante de las temperaturas y el descenso de la humedad relativa, especialmente en provincias/zonas de interior. Así, las máximas han registrado valores en torno a los 34ºC y las mínimas en torno a los 17ºC.
Visto el mes en su conjunto, las máximas registraron valores en torno a los 29’6ºC, lo que representa una variación respecto al histórico (2000-2019) del -2’6%. Por otro lado, las mínimas registraron valores en torno a los 15ºC, lo que representa una variación respecto al histórico (2000-2019) del -4’7%. En general junio, aun habiendo finalizado con temperaturas máximas calurosas, la temperatura media ha sido en torno a un -3% más fresca que la media histórica (2000-2019).
Respecto a las precipitaciones, destacan tan solo las acaecidas en la primera quincena, con un acumulado en torno a los 3’6 l/m2, lo que representa una variación respecto a la serie histórica para este mes (2000-2019) del -26%.
Fenología
La fenología dominante de la campaña 2020-21 ha transcurrido en I2 “Cierre del cáliz” durante la primera quincena del mes de junio y en I2 “Cierre del cáliz”/ J “Fruto al 40% de desarrollo” durante la segunda. Destaca que la fenología J “Fruto al 40% de desarrollo” se ha adelantado respecto a una campaña “normal” en torno a los 7-14 días según zonas/variedades.
En cuanto a las plagas y enfermedades presentes en esta época del año, ha habido una baja incidencia de artrópodos fitófagos. Igualmente, y teniendo en cuenta que la mayoría de los patógenos que afectan a los cítricos necesitan agua libre, un ambiente con una humedad relativa alta y temperaturas suaves, la RAIF indica que su incidencia ha sido baja, en todo caso destacar los síntomas visibles de alternaria en variedades sensibles tras el periodo de lluvias de abril, mayo y principios de junio.
Teniendo en cuenta que en junio aún había parcelas de variedades tardías en maduración, el riesgo de picada de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) se mantiene alto, especialmente, y como ha ocurrido durante gran parte de este mes, cuando las temperaturas máximas se mantienen por debajo de los 32ºC, aumentando de manera importante la actividad de adultos.
Hay que tener en cuenta también que es un mes en el que otros huéspedes entran en producción, por lo que el riesgo de picada aumenta cuanto más cerca se encuentren dichos cultivos a los cítricos. Así, destaca, respecto a los meses anteriores, y de manera generalizada, un aumento de la actividad de este díptero durante el mes de junio, habiéndose superado de manera importante el umbral de las 0’5 moscas trampa y día en las provincias de Cádiz y Huelva.
En cuanto al porcentaje de fruta picada, este índice ha registrado valores por debajo del 1%. El control de la mosca de la fruta en los frutales huésped que se encuentren en las inmediaciones de la parcela contribuye a mantener baja su población cuando las condiciones ambientales le sean favorables.
Además, tanto la eliminación de la fruta del suelo como no dejar fruta madura en el árbol son prácticas que evitan los focos para nuevas generaciones. Recordar que a la hora de tomar la decisión justificada para su control poblacional en cítricos habrá que tener en cuenta, entre otros: la fenología, capturas en trampas para su monitoreo, presencia/ausencia de frutos picados y plazo de seguridad de las materias activas a utilizar.
La araña roja (Tetranychus urticae) es un ácaro que produce daños en hojas y frutos mientras las temperaturas se mantengan cálidas, pudiendo soportar temperaturas calurosas refugiado en el envés de las hojas. Esta campaña, con temperaturas máximas suaves en la mayor parte de junio, incluso en provincias de interior, y tras un marzo, abril y mayo lluviosos, su incidencia ha sido escasa, aumentando ligeramente ésta con el aumento de las temperaturas finalizando junio en provincias donde el cultivo de las mandarinas es importante. Destacan, en todo caso, Huelva, Málaga y Cádiz, al registrar valores en torno al 1’8% de hojas con formas móviles, siendo el de frutos afectados prácticamente nulo. Recordar que el Reglamento de Producción Integrada de Cítricos sitúa su umbral de tratamiento en el 10% de hojas con formas móviles o más de un 2% de frutos afectados, teniendo en cuenta otros factores como la proporción de fauna auxiliar.
Escasa presencia de Eutetranychus spp. en general. Huelva, por ejemplo, se ha mantenido con valores en tono al 1’2% de hojas con formas móviles. Históricamente. E. banksi y E. orientalis comienzan a observarse con mayor incidencia a partir de mediados de junio principios de julio, pudiendo provocar daños importantes al finalizar el verano. Habrá que tener en cuenta que su presencia en hojas y frutos puede aumentar rápidamente hasta colonizar en pocas semanas la mayor parte del árbol en condiciones ambientales favorables. Los síntomas causados son muy similares a los producidos por el ácaro rojo (Panonychus citri): plateado de las hojas y frutos, pudiendo provocar una caída importante de hojas en condiciones de estrés hídrico y vientos secos.
De cara a programar un posible tratamiento contra formas sensibles (L1+L2) en 2ª generación, y tomando como referencia la provincia de Huelva, habrá que tener en cuenta que, si el máximo de formas sensibles (L1+L2) correspondientes a la 1ª generación se alcanzó alrededor de los 431 grados en torno al 20 de mayo, para la 2ª generación se prevé un máximo de formas sensibles (L1+L2) en torno a los 1.031 grados.
La RAIF señala que la integral térmica para la semana del lunes 29 de junio registra valores en torno a los 900 grados día acumulados. Recomienda la instalación de placas engomadas con feromona específica para ir elaborando la curva de vuelo de machos. Ésta indica el máximo de vuelo de cada generación. Teóricamente entre cada máximo de vuelo se acumulan, como se ha dicho anteriormente, 600 grados día, por lo que, a partir de uno se puede prever el siguiente, es decir, el momento de máximo apareamiento, a partir del cual se puede estimar el máximo de Formas Sensibles (L1+L2).
En torno al 6 de mayo, con un acumulado alrededor de los 342 grados, se registró el primer máximo de machos que dio origen a la 1ª generación, habiéndose previsto un segundo máximo, de cara a la 2ª generación, con un acumulado en torno a los 942 grados. La integral térmica para la semana del lunes 29 de junio registra valores en torno a los 900 grados día acumulados, registrándose las semanas del lunes 22 y 29 de junio un aumento significativo de las capturas. El momento de mayor eficiencia a la hora de realizar un tratamiento para el control poblacional de esta plaga se sitúa en torno a un 70% de Formas Sensibles (L1+L2) y en torno a un 50% de hembras avivadas respecto al total de hembras.
Respecto a pulgones (principalmente Aphys spiraecola y Aphys gossypii), la meteorología registrada esta campaña durante el invierno y primavera ha propiciado el solapamiento de varias brotaciones, favoreciendo el desarrollo de pulgones. La presión de esta plaga ha sido tal en ciertas parcelas que ni siquiera el tratamiento dirigido al control del piojo rojo de California de mayo lo controlaron. Así, destacar Huelva al registrar valores en torno al 11% de brotes con presencia.
En cuanto a enfermedades, destacar la alternaria, o mancha marrón del mandarino, en las variedades Fortuna, Murcott, Nova y Tangelo Minneola, especialmente en la provincia de Huelva, donde se vienen observando árboles con síntomas desde que en abril, mayo y junio se dieran las condiciones ambientales favorables para esta enfermedad. En esta ocasión, y una vez recolectada la fruta, los síntomas se observan en hojas. Es importante tener en cuenta la previsión meteorológica de cara a tomar medidas preventivas de carácter químico, si bien, se recomienda llevar a cabo medidas profilácticas como: mantener los árboles podados de forma que se facilite una buena aireación; mantener las calles limpias de restos de material que pudiera favorecer la proliferación del hongo, y controlar el vigor del cultivo, evitando entradas en brotación extemporáneas que suministren material sensible a los ataques del hongo.
