Al comenzar la nueva campaña de importación de cítricos originarios de Sudáfrica, el Copa y la Cogeca han mandado una carta al Comisario Europeo de Salud Pública y Seguridad Alimentaria en la que piden un refuerzo de las medidas para evitar la propagación de la enfermedad de la mancha negra en Europa.

En dicha, el Copa y la Cogeca destacan las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria que indican que la Comisión no debería subestimar el elevado riesgo de propagación de la enfermedad de la mancha negra de los cítricos y la contaminación de los huertos europeos por la misma a través de las importaciones de estos productos desde Sudáfrica.

El Secretario General del Copa-Cogeca, Pekka Pesonen, ha afirmado: “Aunque la enfermedad de la mancha negra no se da en Europa, puede tener consecuencias catastróficas para el sector de los cítricos en los países productores. El sector de los cítricos reviste una importancia fundamental tanto desde el punto de vista económico como social. Proporciona a la UE productos de gran calidad además de garantizar un empleo a millones de personas en las zonas rurales de la UE, tanto en las fases anteriores como posteriores de la producción, en particular en los países del sur. No podemos arriesgarnos a importar la enfermedad. Las consecuencias serían catastróficas para los productores de cítricos europeos, en particular ahora que los países del sur están atravesando una crisis económica tan severa".

Pesonen ha destacado además: "La nueva campaña de importación de cítricos sudafricanos comienza ahora. Teniendo en cuenta la actitud del sector sudafricano y la experiencia adquirida en 2013 y 2014 cuando se registraron 35 respectivamente 28 interceptaciones, la UE debería tomar nuevas medidas y hacer cumplir su decisión de ejecución del 2 de julio de 2014, que consiste en efectuar más controles fitosanitarios en los puertos de entrada y, particularmente, allí donde llegan los mayores volúmenes de las importaciones a la UE, a saber, los Países Bajos y el Reino Unido. Se debería introducir un artículo en la normativa europea que permita a la UE decidir automática y preventivamente el cierre de su frontera a importaciones que presenten un elevado riesgo. Se trata de un problema fitosanitario europeo, que necesita una estrategia de protección fuerte coordinada desde Bruselas”.