La provincia de Sevilla, concretamente la Vega del Guadalquivir y algunas zonas de campiña (Osuna y Écija) y de marisma (Aznalcázar), servirá como campo de ensayo de un novedoso proyecto que tiene como principal objetivo optimizar el riego en cultivos permanentes como cítricos, olivar y almendro, ante la limitación de los recursos hídricos existentes.
Además, comop publica en ABC la periodista Inma Lopera, garantizará la productividad de los cultivos y reducirá la contaminación de aguas subterráneas por nitratos y agroquímicos, minimizando a su vez la erosión del suelo. En este proyecto está trabajando ya un grupo operativo coordinado por la patronal agraria Asaja Sevilla, que pretende desarrollar un sistema de medición termográfico inteligente, único en el mercado, que ofrezca en tiempo real el estado hídrico de los cultivos. Se trata de una cámara dotada con sensores que bien puede portar el agricultor o incorporarla a un vehículo agrícola, y que «mapeará toda la explotación, obteniendo datos termográficos del cultivo y que permitirá saber a nivel detallado de árbol por árbol si está bien o mal regado», declara Julio Frías, coordinador técnico del proyecto.
Este nivel de precisión será una de las novedades del sistema CIT (Control Inteligente de Termografía), que presentará además otras ventajas respecto al resto de tecnologías que ya hay en el mercado, como por ejemplo, la fácil interpretación de los datos.
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