A partir de la segunda quincena de febrero se espera que se inicien las primeras siembras de girasol en Andalucía, si la meteorología lo permite. En estas siembras tempranas que aprovechan la humedad del suelo, se utilizan de manera genérica variedades con tecnología Clearfield que facilitan el control de malas hierbas. No obstante, no será hasta marzo cuando se realice el grueso de las siembras, destaca Fernando Rodríguez, técnico de Cultivos Herbáceos de ASAJA Sevilla, en declaraciones a Agrodigital.com.
Las últimas precipitaciones caídas hacen pensar en una campaña de siembra aceptable, si bien, el nivel de los embalses está solo al 37% de capacidad, un 9% por debajo del año anterior. Dado que el girasol es un cultivo que tiene menos necesidades hídricas que otros alternativos, como el maíz, se podría inclinar la intención de siembra del agricultor hacia esta oleaginosa en zonas regables.
Se estima, de manera muy preliminar, que las siembras de girasol podrían ser similares a las del año pasado, cuando se cultivaron 194.800 ha. Mientras que en 2020, el girasol alto oleico fue predominante y supuso el 60% del total, para 2021 se prevé una reducción del mismo y que haya siembras similares de alto oleico y de linoleico. El motivo de este descenso es que el diferencial de precio conseguido por el agricultor para el alto oleico ha sido de tan solo 5 €/t, restándole atractivo a este tipo de pipa que tiene menos rendimiento y más coste.
Por provincias, se espera que el 50% de la superficie se concentre en Sevilla, seguido de Cádiz y Córdoba, que aglutinarían el 90% de todas las siembras de girasol.