Andalucía lidera un proyecto que pretende sentar las bases para la mitigación y adaptación de la agricultura al cambio climático en toda la cuenca mediterránea. Es el proyecto Life+ClimAgri, por el que se investiga en fincas de España (de la provincia de Córdoba y de Sevilla, en concreto, en Las Cabezas de San Juan), Portugal, Italia y Grecia con el objetivo de desarrollar estrategias de manejo agronómico de cultivos extensivos que contribuyan a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y a la adaptación de dichos cultivos a las condiciones climáticas presentes y futuras.
Como informa la periodista Nicol Jiménez en un reportaje publicado en El Correo de Andalucía, el campo sigue hoy, igual que hace 10.000 años, pendiente del cielo, así que los efectos del cambio climático afectan, y mucho, al rendimiento agrícola. La lluvia, la sequía y la helada son determinantes en cualquier campaña, por lo que en ejercicios como el actual, en el que la pluviosidad se ha reducido en un 70 por ciento en provincias como la de Sevilla, los agricultores han sufrido una reducción de la cosecha de cereales y de girasol de más de un 15 por ciento con respecto a la de la pasada campaña. Así lo certifican los datos de Asaja-Sevilla, organización que participa en el proyecto Life-ClimAgri, liderado por la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos con la colaboración de la Universidad de Córdoba, la Federación Europea de Agricultura de Conservación y el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa). Su presupuesto es de 2,24 millones de euros, de los cuales 1,12 son financiados por la Comisión Europea a través del Programa Life. El objetivo de esta iniciativa que finaliza en diciembre de 2018 es preparar al agricultor ante, por ejemplo, el calentamiento global, e iniciar estrategias de mitigación puesto que la primera actividad económica de la historia secuestra dióxido de carbono, suavizando así el cambio climático.
Adjuntamos el artículo completo de El Correo de Andalucía
