Los agricultores siguen mirando al cielo, esperanzados en recibir un agua que no llega o que, en el mejor de los casos, se antoja del todo insuficiente para calmar la sed acumulada de algunos cultivos estratégicos en la provincia de Sevilla como es el trigo, el olivar, la remolacha o las proteaginosas, especialmente habas y guisantes. Así lo cuenta en ABC la periodista Inma Lopera, quien informa de que la lluvia hizo acto de presencia antes de ayer en algunos puntos de la provincia, pero «esta pluviometría apenas es significativa para las necesidades del campo, sobre todo teniendo en cuenta que llevamos casi mes y medio continuo sin llover, en unos meses (noviembre y diciembre) en los que el agua es fundamental para las siembras de invierno», declara en ABC el experto en cultivos herbáceos de Asaja Sevilla, José Vázquez.
El técnico de la patronal agraria asegura que de continuar así esta situación, «el futuro de las próximas cosechas corre un grave peligro», ya que «el año pinta mal de momento, pues aunque todavía no se puede hablar técnicamente de sequía, sí que hay un gran déficit hídrico que está afectando a los cultivos de manera considerable». La situación en el campo es compleja debido a la incertidumbre de la climatología, por lo que no todos los agricultores se han atrevido a iniciar sus siembras de cereal. En el caso del trigo, hay agricultores que apostaron por variedades de ciclo más largo y sembraron sus explotaciones tras las lluvias de finales de octubre, cuando la fecha tradicional se prolonga del 15 de noviembre al 15 de diciembre.
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