Con el mes de octubre llega el comienzo de la montanera, cuando los primales ibéricos se meten en dehesa durante cuatro meses para su engorde a base de bellotas y pasto. Una montanera que este año se presume muy buena por la cantidad de bellota en las encinas, a la que le han sentado de maravilla las últimas lluvias.
Así lo publica en El Correo de Andalucía la periodista Isabel Campanario, quien ha entrevistado al técnico de ASAJA-Sevilla, José Manuel Roca, que ha afirmado que la principal novedad llega este año con la aplicación por primera vez de la limitación del número de animales por superficie en función de la densidad de encinas y alcornoques en las fincas, lo que reducirá la presencia de cochinos en los campos. Así lo marca la Norma de Calidad del Ibérico que, aunque aprobada a comienzos de 2014, tuvo una moratoria para los ganaderos durante el ejercicio pasado. Se espera, por tanto, menos animales y que su precio suba, aunque hasta que no llegue el final de la montanera, no se podrá saber con exactitud. Lo que sí se conoce ya es cómo fue la campaña pasada.
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