Pese a que los productores de porcino han disfrutado de una buena campaña de cebo del cerdo ibérico a base de bellotas, lo cierto es que las entidades de inspección han dado fechas muy tardías de entrada de los animales en montanera y los ganaderos han estirado el engorde de sus cochinos por la aparición tardía de las lluvias, necesaria para que crezca la hierba, y por la demora en la caída de la bellota, que se ha retrasado este año aproximadamente un mes.
Como informa en ABC la periodista Inma Lopera, este retardo va a tener consecuencias en la actual campaña de sacrificios, según alerta Asaja Sevilla, que apunta que en las tres primeras semanas de sacrificio de la categoría de bellota, entre el 15 de diciembre y el 1 de enero, se han sacrificado 16.215 cochinos frente a 42.541 del año anterior, es decir, «los sacrificios en diciembre han bajado un 62%, y las previsiones son que en la cuarta semana hábil (del 2 al 8 de enero) los sacrificios hechos bajen significativamente respecto al año anterior, pues a falta del conteo oficial, se habla de unos 25.000 cochinos llevados a matadero frente a los 46.440 del mismo periodo en 2015», declara en ABC el técnico de ganadería de la patronal agraria, José Manuel Roca.
Son datos «preocupantes» que, según Roca, vienen a confirmar «el atasco que se va a producir en matadero al final del periodo autorizado para el sacrificio», ya que este año «entre el 15 de enero y el 15 de febrero habrá que sacrificar 100.000 cochinos de bellota semanales, cuando el año pasado en esas semanas la cifras de animales en matadero rondaba los 75.000 cerdos ibéricos».
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